El reforzamiento estructural es un conjunto de técnicas de ingeniería aplicadas a edificaciones que presentan desgaste, daños o riesgo de falla, con el objetivo de aumentar su resistencia, estabilidad y durabilidad. Estas intervenciones se realizan tanto en construcciones antiguas como en edificaciones modernas que requieren adaptaciones a nuevas cargas o normativas.
El proceso puede incluir el uso de materiales de alta resistencia, como concreto reforzado, acero estructural o fibras de carbono, para garantizar un mejor desempeño frente a factores como el paso del tiempo, movimientos sísmicos, asentamientos de suelo o cambios en el uso del inmueble. En BANOH, el reforzamiento estructural es una solución integral que no solo protege vidas, sino que también prolonga la vida útil de las edificaciones.
Existen diferentes métodos de intervención, cada uno adecuado a las necesidades específicas de la estructura:
Inyección de resinas epóxicas para reparar fisuras y grietas en elementos de concreto.
Encamisado de columnas y vigas con concreto reforzado o acero para aumentar su capacidad portante.
Uso de fibra de carbono en placas o mallas para mejorar la resistencia sin añadir gran peso.
Anclajes y pernos postensados que estabilizan muros y los conectan a elementos más firmes.
Refuerzo de cimentaciones mediante pilotes, caissons o zapatas ampliadas para mayor estabilidad.
Uno de los aspectos más importantes del reforzamiento estructural es la adecuación a las normas vigentes de construcción y sismo-resistencia. En Colombia, la Norma NSR-10 establece los criterios técnicos que garantizan que las edificaciones resistan adecuadamente cargas sísmicas y otras exigencias estructurales. Muchas construcciones antiguas no fueron diseñadas bajo estas regulaciones, lo que las hace vulnerables frente a eventos sísmicos o cambios de uso. El reforzamiento permite que estas edificaciones se adapten a los nuevos estándares, reduciendo riesgos de colapso y asegurando el bienestar de quienes las habitan o utilizan. BANOH implementa soluciones que cumplen con la normativa, asegurando calidad, confianza y respaldo técnico en cada proyecto.
Más allá de la seguridad, el reforzamiento de estructuras ofrece beneficios estratégicos y económicos. Una edificación reforzada se revaloriza en el mercado, al tiempo que reduce los costos asociados a reparaciones mayores o pérdidas en caso de fallas estructurales.
Además, estas intervenciones permiten ampliar la vida útil de los inmuebles, adaptarlos a nuevos usos (como transformar casas antiguas en oficinas o locales comerciales) y mejorar la sostenibilidad al evitar demoliciones innecesarias. En el marco del desarrollo urbano responsable, BANOH se enfoca en proyectos de reforzamiento que integran eficiencia, durabilidad y respeto por el entorno, convirtiéndose en un aliado estratégico para propietarios, constructores y comunidades.